Los alcaldes de siete distritos rurales de Ayacucho, Cusco y Puno, coinciden en señalar que la desnutrición crónica infantil es el principal problema que enfrentan en su gestión. Frente a ello, dicen tener grandes expectativas sobre los programas sociales ofrecidos por el presidente electo Ollanta Humala. Esperan que el presupuesto y la capacitación lleguen de la mano para así superar los altos niveles de pobreza y desnutrición de sus poblaciones.
David Quispe, alcalde distrital de Ccorca.
“En estos momentos el Cusco tiene un alto índice de desnutrición crónica infantil, como resultado estos niños no van a tener un desarrollo intelectual adecuado para afrontar los retos de nuestro país. Por eso debemos tener políticas nacionales dirigidas a la primera infancia y no políticas asistencialistas, como el programa del Vaso de Leche. Es el momento de analizar si los programas sociales existentes están cumpliendo sus objetivos”, señala David Quispe, alcalde del distrito cusqueño de Ccorca y presidente de la Red de Municipalidades Rural de Cusco (REMUR Cusco).
“Nos hemos propuesto disminuir la desnutrición crónica infantil, pero no contamos con el presupuesto necesario. Mi distrito es el más grande del Cusco y al mismo tiempo el que menos presupuesto recibe: 2 millones de soles al año. Por eso pedimos que el nuevo gobierno ponga como prioridad a la primera infancia, porque es la garantía de un país sostenible”, añade David Quispe.
Juan Pacheco, alcalde distrital de Huamanguilla.
Por su parte, el alcalde distrital de Huamanguilla, de la provincia de Huanta, Ayacucho, Juan Pacheco, revela que en ese distrito el nivel de desnutrición crónica infantil llega casi al 35 por ciento, a pesar de que asegura han logrado disminuir la desnutrición en un 5 por ciento con el apoyo del Ministerio de Salud. “Estamos promoviendo la prevención en la desnutrición crónica en la primera infancia y en la salud materna. Nuestro problema es de presupuesto y capacitación. Los programas sociales ayudan, pero deben estar bien focalizados”, indica.
Narciso Corimanya, alcalde distrital de San Salvador.
El distrito de San Salvador, provincia de Calca, en Cusco, comparte el mismo problema de desnutrición crónica infantil. “Según la cifra oficial en nuestro distrito el 48 por ciento de los niños tienen desnutrición, pero nosotros creemos que el porcentaje es mayor. Por eso estamos trabajando el levantamiento de una línea base de la primera infancia, a través de convenios con las instituciones que trabajan en las trece comunidades que integran el distrito. El objetivo es determinar qué porcentaje total existe de desnutrición crónica infantil, para así poder destinar adecuadamente los fondos del Presupuesto Participativo del 2012. Mi gestión va a trabajar a favor de los niños”, señala Narciso Corimanya, alcalde del distrito.
La desilusión de los programas sociales
Eduardo Vargas, alcalde distrital de Chinchaypujio.
Eduardo Vargas, alcalde del distrito de Chinchaypujio, provincia de Anta, Cusco, dice que su distrito ha sido declarado en extrema pobreza y que tiene un grave problema de desnutrición crónica infantil. El alcalde se queja de que los programas sociales de la zona no se han implementado adecuadamente. “Somos un distrito que sobrevive día a día. Existe una falta de conocimiento de la zona al momento de implementar los programas sociales y también hay desconocimiento para potencializar los recursos de la zona. La mayoría de las comunidades no tenemos cubiertas las necesidades básicas”.
José Silvestre, alcalde distrital de Ñuñoa.
En el distrito de Ñuñoa, provincia de Melgar, Puno, también hay altos niveles de desnutrición crónica infantil. El alcalde José Silvestre Tito asegura que “los programas sociales, como el Vaso de Leche, no funcionan y no han disminuido la desnutrición infantil. No vemos inversión del gobierno en el sector infantil”, precisa el alcalde de Ñuñoa.
Javier Ari, alcalde distrital de Capachica.
El alcalde distrital de Capachica, en Puno, Javier Ari, indica que son los niños que viven en las zonas alto andinas de Puno los que más sufren de desnutrición crónica y falta de educación. “El gobierno central no tiene presencia en esta zona y los municipios carecen de presupuesto para cubrir sus necesidades. La meta de mi gestión es mejorar la calidad de vida de los niños del distrito. Esperamos al nuevo gobierno llenos de expectativas y deseos de cambio en los programas sociales”, expresa el alcalde Javier Ari.
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