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Cifras de ENDES 2010

Desnutrición crónica y anemia infantil bajaron menos de un punto porcentual en el 2010

Cifras preocupantes. Pese al crecimiento económico por el que atraviesa el país, que según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el 2010 fue de 8,78 por ciento, la desnutrición crónica infantil en niños menores de 5 años y la anemia en niños entre 6 y 36 meses de edad, prácticamente no disminuyeron durante el año 2010. En ambos casos, según las cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES 2010, presentada el 10 de febrero, la disminución fue de menos de un punto porcentual.

La desnutrición crónica infantil, según el patrón de medición NCHS (National Center for Health Statistics), pasó, a nivel nacional, de 18,3 por ciento en el 2009 a 17,9 por ciento en el 2010, y según el patrón de la OMS (Organización Mundial de la Salud) bajó de 23,8 por ciento en el 2009 a 23,2 por ciento el 2010. Según ambos patrones de medición, durante el año 2010 la desnutrición crónica infantil disminuyó entre 0,4 y 0,6 puntos.

En el caso de la anemia en niños de 6 a 36 meses, ésta pasó de 50,4 por ciento en el 2009 a 50,3 por ciento en el 2010. Es decir, se mantuvo prácticamente igual. Estas cifras forman parte de los resultados de ENDES 2010, elaborada por el INEI. Estos resultados revelan que hay regiones del país en las que la desnutrición crónica y la anemia infantil aumentaron.


Desnutrición

Según el patrón de medición de la OMS, en Apurímac se dio el mayor incremento de la desnutrición crónica infantil durante el 2010, con un alza de 3,8 puntos, pasando de 34,8 por ciento en el 2009 a 38,6 por ciento en el 2010. Loreto es la segunda región donde se produjo el mayor incremento de la desnutrición crónica infantil: de 29,1 por ciento a 31 por ciento. Le sigue Ucayali que subió de 29,9 por ciento a 31,6 por ciento. En Huancavelica, que es la región con el mayor índice de desnutrición infantil del país, ésta aumentó de 53,6 por ciento a 54,6 por ciento; en Tacna subió de 2,1 por ciento a 3 por ciento; en Cajamarca subió de 39,8 por ciento a 40,5 por ciento; en Moquegua de 5,1 por ciento a 5,7 por ciento, en Áncash de 28,2 por ciento a 28,6 por ciento y en Arequipa de 12,2 por ciento a 12,3 por ciento.

En Ica, donde la desnutrición crónica infantil se mantuvo en 10,3 por ciento, y Lima, con 8,9 por ciento, la desnutrición crónica infantil no sufrió ninguna variación durante el 2010. En 13 regiones la desnutrición crónica infantil disminuyó entre 5,8 y 0,1 puntos porcentuales.

Las regiones en las que se registraron los mayores niveles de disminución de la desnutrición crónica infantil son Pasco, donde bajó de 38,4 por ciento a 32,6 por ciento; Junín, con una disminución de 33,7 por ciento a 30,4 por ciento y Cusco, de 38,4 por ciento a 35,4 por ciento.

Las regiones con el mayor nivel de desnutrición crónica infantil son Huancavelica, con 54,6 por ciento; Cajamarca, con 40,5 por ciento; y Ayacucho, con 38,8 por ciento (el 2009 tuvo 41,4%). Las regiones con la menor desnutrición crónica infantil son Tacna, con 3 por ciento; Moquegua, con 5,7 por ciento; y Lima con 8,9 por ciento.


Anemia

La anemia en niños de 6 a 36 meses se incrementó en 13 de las 24 regiones (la medición no toma en cuenta la región Callao). Las que más han subido en sus indicadores son Cajamarca, que aumentó 18,5 puntos, al pasar de 41,3 por ciento el 2009 a 59,8 por ciento el 2010; Huánuco, donde la anemia subió de 53,1 por ciento a 66,5 por ciento; y San Martín, con un incremento de 32,3 por ciento a 44,8 por ciento. También se incrementó en Loreto (de 45,2% a 55,9%); Ica (de 44,9% a 54%); Puno (de 72,7% a 78,1%); Ancash (de 52,6% a 57,7%); Madre de Dios (de 53,4% a 58,3%); Tacna (48,6% a 52,6%); Tumbes (50,8% a 54,3%); Huancavelica (de 68,3% a 71,5%); Lambayeque (de 30,8% a 32,2%); y Ucayali (de 64,1% a 65,3%).

En las otras 11 regiones la anemia infantil disminuyó entre 0,2 y 19,4 puntos porcentuales. Las regiones en la que la anemia infantil tuvo una mayor disminución fueron Junín, donde bajó de 60,5 por ciento a 41,4 por ciento; Cusco, de 76,3 por ciento a 58,6 por ciento; y Moquegua, de 58,3 por ciento a 42,4 por ciento.

Las regiones más afectadas por la anemia infantil son Puno, con un 78,1 por ciento; Huancavelica, con 71,5 por ciento; Huánuco, con 66,5 por ciento; y Ucayali, con 65,3 por ciento. Las regiones que presentan los menores niveles de anemia entre niños de 6 a 36 meses son Lambayeque, con 32,2 por ciento; Piura, con 36,8 por ciento (en el 2009 tuvo 46,4%); Junín, con 41,4 por ciento (en el 2009 tuvo 60,5%); y  Lima, con 41,5 por ciento (en el 2009 tuvo 43%).


Mortalidad neonatal

Según ENDES 2010, la tasa de mortalidad neonatal, que es la probabilidad de morir durante el primer mes de vida, se redujo a nivel nacional de 13 fallecimientos por cada mil nacidos vivos en el 2009 a 11 por cada mil nacidos vivos en el 2010. Sin embargo, en algunas regiones la mortalidad neonatal aumentó. Ese es el caso de Tumbes, donde subió de 13 por cada mil nacidos vivos en el 2009 a 16 por cada mil en el 2010; Apurímac, donde pasó de 10 por cada mil a 13 por cada mil; Madre de Dios, de 7 a 10 por cada mil; Pasco y Ucayali, regiones en la que la mortalidad neonatal subió de 14 a 16 por cada mil; Lima, de 5 a 7 por cada mil; y Amazonas, de 15 a 16 por cada mil nacidos vivos.

Las regiones que presentan la peor tasa de mortalidad neonatal en el 2010 son Loreto, con 21 muertes por cada mil nacidos vivos (en el 2009 fue de 24 por cada mil); San Martín, con 20 por cada mil (el 2009 tuvo la misma tasa); y Puno, con 18 por cada mil (en el 2009 tuvo 24 cada mil).

Las regiones con la menor tasa de mortalidad neonatal son Lima, con 7 fallecimientos por cada mil nacidos vivos; Ica y Lambayeque, ambos con 9 por cada mil (en el 2009 Ica tenía 11 por cada mil y Lambayeque 14 por cada mil).

Opinan expertos

Según Roger Díaz, director general de Presupuesto Público del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), las reducciones mínimas o el crecimiento de la desnutrición crónica y de la anemia infantil en varias regiones del país “no se debe a una falta de recursos económicos sino a un problema de articulación entre las instituciones que administran esos recursos. Problemas como la desnutrición son multidimensionales y requieren la articulación de varios actores”. Díaz reveló que para este año el MEF ha dado un aumento del 47 por ciento en los recursos destinados a los Programas Presupuestales Estratégicos, entre los que están incluidos temas como la desnutrición infantil, pasando de 6 mil 387 millones de soles en el 2010 a 9 mil 500 millones para el 2011.

Por su parte, Luis Miguel León, director ejecutivo de Atención Integral de Salud del Ministerio de Salud, consideró que uno de los factores que impiden una reducción acelerada de la desnutrición crónica y la anemia infantil, son “los patrones culturales que existen en algunas poblaciones del país”. “La desnutrición –agrega- es fruto de muchas causas, como el desconocimiento del valor nutricional de los alimentos, las enfermedades prevalentes en la niñez, como infecciones respiratorias, diarreas, parasitosis, el saneamiento de las viviendas, el acceso a agua limpia y, sobre todo, las conductas en la población. Tenemos costumbres arcaicas, muchas veces la mejor comida se la damos al papá, cuando debería ser para el niño, al que se le da sopa. El problema es falta de conocimiento”. León precisó que la meta del actual gobierno es reducir la desnutrición crónica infantil para el 2011 al 16 por ciento (según el patrón NCHS).

Oscar Castillo, médico pediatra y consultor en políticas sociales.
Consultado por el Blog Inversión en la Infancia, Oscar Castillo, médico pediatra y consultor en políticas sociales, señaló que “si bien el patrón cultural puede ser uno de los factores que impide alcanzar unos buenos resultados en disminuir la desnutrición infantil, éste no justifica los índices de reducción tan bajos alcanzados a nivel nacional en la desnutrición crónica y la anemia infantil en el 2010”. “Si esto es así –señala- significa que el gobierno, a través del Ministerio de Salud, no está cumpliendo una buena labor en educar a estas poblaciones en los temas nutricionales. El problema acá no es del alumno, porque no es que la gente no quiera aprender, el problema es del profesor que no sabe cómo llegar a ellos y enseñarles mejor”. En cuanto a la meta de alcanzar el 16 por ciento de desnutrición crónica infantil para el 2011, consideró que le será muy difícil al gobierno alcanzarla teniendo en cuenta los últimos resultados dados por el INEI y ENDES 2010.


Ver informe completo ENDES 2010


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