En el “Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria”, ¿cómo está la primera infancia rural?

El 2013 ha sido declarado por el gobierno como el “Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria”. El Ejecutivo asegura que esta denominación expresa la decisión del Estado de “acercar sus servicios a las poblaciones más alejadas del país (…) y contribuir en la reducción de la desnutrición crónica infantil”. A propósito de esta decisión, en el siguiente informe veamos cómo está el desarrollo social y la situación de la primera infancia en las zonas rurales.

Pero, ¿qué es seguridad alimentaria? Para la Organización de las Naciones Unidas la Alimentación y la Agricultura, FAO, existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.

Situación en el agro

En una entrevista concedida al Blog N 87 de Inversión en la Infancia, publicado en el mes de octubre de 2012, Carlos Paredes, coordinador nacional del programa Sierra Productiva, señaló que en el país hay dos millones de pequeños campesinos con unidades familiares productivas que en un 85 por ciento son de tres hectáreas o menos, que es el sector más pobre y excluido del país y que no recibe ningún tipo de apoyo por parte del Estado.

“El Estado no se preocupa por los pequeños campesinos, excluyéndolos del proceso de crecimiento, y dejándolos librados a su buena suerte y sólo atendiéndolos a través de programas asistencialistas, que lo que hacen es perpetuar esa situación de pobreza”, señaló Paredes, quien reveló que mientras estos pequeños campesinos no reciben apoyo del Estado, los agroexportadores que tienen 20 hectáreas o más reciben del Estado un subsidio de dos mil dólares por hectárea.

La pobreza rural es significativamente más alta que la pobreza urbana. Mientras en las zonas rurales la pobreza llega al 56,1 por ciento de la población, en las zonas urbanas es de 18 por ciento. El promedio nacional de pobreza es de 27,8 por ciento, lo que significa que en el país hay más de 8 millones 300 mil personas que viven en situación de pobreza.

Un millón y medio de peruanos viven en extrema pobreza. La extrema pobreza rural es quince veces mayor que en la zona urbana: 20,5 por ciento entre la población rural y 1,4 por ciento en el área urbana. El promedio nacional de extrema pobreza es de 6,3 por ciento.

La primera infancia rural

De acuerdo al Infobarómetro de la Primera Infancia, en el Perú hay más de 630 mil niños menores de cinco años con desnutrición crónica, el 19,5 por ciento del total de niños de esa edad. La desnutrición crónica infantil rural es casi cuatro veces mayor que la urbana: mientras la desnutrición crónica afecta al 37 por ciento de los niños que viven en zonas rurales, en las áreas urbanas la desnutrición crónica infantil es 10,1 por ciento.

Entre la población rural indígena, la desnutrición crónica infantil bordea el 50 por ciento. Y hay distritos rurales, como Omacha, en Cusco, donde llega al 80 por ciento.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familia, ENDES 2011, la mortalidad entre los niños hasta los 5 años es de 35 por cada mil nacidos vivos en la zona rural, mientras la mortalidad entre los niños urbanos de esa edad baja a 14 por cada mil nacidos vivos.

En la zona rural, la mortalidad infantil (niños menores de un año) es de 26 niños por cada mil nacidos vivos; mientras que en el sector urbano disminuye a 11 por cada mil nacidos vivos.

En cuanto a la mortalidad neonatal (niños menores de un mes), ésta es de 13 por cada mil nacidos vivos en el área rural y baja a 6 por cada mil nacidos vivos en las zonas urbanas.

Cuando vemos el acceso a la educación, tenemos que mientras en el sector rural solamente el 55 por ciento de los niños entre 3 y 5 años asiste a educación inicial, en las zonas urbanas el acceso a educación inicial se eleva a 74,5 por ciento.

En la evaluación de rendimiento escolar hecha por el Ministerio de Educación el 2012 entre los alumnos de segundo grado de primaria, en el área rural solamente el 3,7 por ciento de los alumnos alcanzó el rendimiento esperado en matemáticas, mientras entre los niños de los colegios urbanos aprobó el 15,8 por ciento. En comprensión lectora, únicamente el 5,8 por ciento de los niños rurales alcanzaron un rendimiento óptimo, el cual se elevó al 36,3 por ciento entre los niños de las zonas urbanas.