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Cajamarca, Apurímac, Huancavelica y otras regiones

Regiones mineras tienen alta desnutrición crónica infantil

El Ministerio de Energía y Minas destaca en su último Boletín Estadístico de Minería que la inversión minera en el Perú sumó un total de 4,329 millones de dólares entre enero y julio de este año. Sin embargo, algunas de las regiones que ocupan los primeros lugares en inversión minera, como Cajamarca y Apurímac, registran también los mayores índices de desnutrición crónica infantil.

De acuerdo al Infobarómetro de la Primera Infancia, del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, la región de Cajamarca, que según el Ministerio de Energía y Minas es la primera región en inversión minera, es la tercera región del país con mayor índice de desnutrición crónica infantil, con un 37,6 por ciento de los niños menores de cinco años con desnutrición crónica, que son 68,478 niños. Apurímac, la cuarta región en inversión minera, es la segunda región con mayor índice de desnutrición crónica infantil: 39,3 por ciento (21,786 niños).

Las cinco regiones con mayor inversión minera tienen un nivel de desnutrición crónica infantil superior al promedio nacional, que es 19,5 por ciento. Junín, la segunda región con mayor inversión minera, tiene un 26,7 por ciento de desnutrición crónica infantil, que son 40,204 niños menores de cinco años; Ancash, la tercera región en inversión minera, tiene una desnutrición crónica infantil de 27 por ciento (33,735 niños); y en La Libertad, la quinta región en inversión minera, la desnutrición crónica infantil es de 23,2 por ciento (48,746 niños).

Huancavelica, que tiene cerca del 50 por ciento de su territorio concesionado a la minería, es la región del país con el mayor índice de desnutrición crónica infantil. En esta región, el 54,2 por ciento de los niños menores de cinco años sufre de desnutrición crónica, lo que significa que 35,481 niños están afectados por este grave problema.   

Eduardo Barzola, secretario ejecutivo de REMURPE
Sobre esta relación entre regiones con una importante inversión minera y altas tasas de desnutrición crónica infantil, el secretario ejecutivo de la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (REMURPE), Eduardo Barzola, le señaló al Blog Inversión en la Infancia que “las actividades de las industrias extractivas no se involucran en procesos de desarrollo e inversión de los pueblos, ni participan en los procesos de gobernabilidad con las regiones y gobiernos locales para atacar los problemas más importantes, como la desnutrición crónica infantil. Históricamente, estas industrias han funcionado como economías de enclave, es decir actividades económicas que extraen los recursos naturales, los que, a su vez, generan importantes beneficios, los que, sin embargo, van fuera de la región”.

“Todo esto hace que las industrias extractivas sean impopulares en el país, ya que la población percibe que hay muchos recursos pero que no llegan para mejorar la calidad de vida de los pobladores”, aseveró Barzola.  

Acerca de los recursos económicos que genera la actividad minera, Barzola indicó que “hay que admitir que estas industrias extractivas han generado una serie de importantes recursos fiscales que permiten que las regiones cuenten con dinero, pero estos recursos, como el canon minero, están muy regulados por el Ministerio de Economía, que no permite que sean utilizados en inversión en la infancia, como en el combate contra la desnutrición crónica infantil”.  

Economista Miguel Santillana
Por su parte, el economista Miguel Santillana, en declaraciones a este Blog, afirmó que “si hay explotación minera se tienen utilidades, y si hay utilidades hay canon; de ahí parte la inversión a nivel regional o local para hacer una política de responsabilidad social”. “La desnutrición infantil no sólo se debe a una insuficiente ingesta calórica de los niños, sino también a qué tipo de alimentos le dan los padres a sus hijos. Es una cuestión de hábitos de consumo y cómo se preparan los alimentos. Combatir la desnutrición crónica infantil no es labor de las empresas mineras,  corresponde al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, en el caso del Estado, o a las organizaciones de la sociedad civil. No es responsabilidad de las empresas mineras el nivel de desnutrición infantil que hay en las regiones en las que operan”, señaló Santillana.


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