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EXPERIENCIA
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Ludotecas Comunitarias de World Vision

Jugando aprendí

Las Ludotecas Comunitarias de World Vision buscan orientar el juego a favor del desarrollo del niño.
A sus cortos tres años Rodrigo se ha convertido en todo un mini chef. Ya sabe la receta exacta para preparar una deliciosa ensalada de frutas y otras cosas. Pero lo que más le gusta a Rodrigo es jugar. “Me gusta mucho venir aquí”, dice Rodrigo, mientras se une a otros chicos para hacer una ronda después de terminar el taller de mini chef. Talleres y juego se combinan en la Ludoteca Comunitaria del Asentamiento Humano Confraternidad del Centro Poblado Mi Perú de Ventanilla. Rodrigo asiste casi a diario a la ludoteca, en la que comparte juegos y aprendizaje con otros niños.

Esta ludoteca forma parte de un proyecto de la Organización Internacional Cristiana World Vision. En total son 16 ludotecas comunitarias en 16 Asentamientos Humanos de Mi Perú. A estas 16 ludotecas, que han sido concebidas como espacios lúdicos y educativos, asisten alrededor de mil niños y niñas, 150 de ellos menores de cinco años y más de 800 que tienen entre cinco y doce años.

Estas ludotecas comunitarias tienen como objetivo ser más que una casa de juegos. Los niños asisten a talleres de manualidades y cocina. “No les enseñamos a jugar, orientamos el juego al desarrollo de las habilidades de los niños”, asegura  Eli Malvaceda, facilitador de Educación Lúdico Preventiva de World Vision.

“Estas ludotecas no sólo deben estimular la imaginación y la creatividad del niño, sino que también deben ser un espacio en el cual se desarrollen sus potencialidades, inteligencia y mejora de autoestima, permitiendo que el niño sea un agente de cambio en su familia y comunidad”, señala Malvaceda. Y eso lo hacen de la forma más sencilla: jugando.

Desde el 2005, que surgió la primera Ludoteca Comunitaria de World Vision en Ventanilla, esta propuesta lúdica a favor de la recreación y aprendizaje de los niños y niñas ha crecido, llegando a las 16 ludotecas con las que ahora cuenta el proyecto. Una muestra del éxito de estas ludotecas es que son los propios pobladores los que han pedido que se construya una en su comunidad para atender a los niños.

Para instalar las ludotecas, Word Vision apoya con los materiales para su construcción e implementación, brinda el apoyo técnico para la construcción y capacita a jóvenes de la zona para que trabajen como ludotecarios atendiendo a los niños. La comunidad pone la mano de obra para la construcción y un Comité de Gestión, integrado por padres de familia, se encarga de supervisar el funcionamiento de la ludoteca, el estado de los juguetes y coordina los talleres y actividades que se realizan.

“Nosotros buscamos que la misma comunidad gestione estas ludotecas y que apueste por su desarrollo”, asegura Jorge Luis Ochoa, director de Sostenibilidad de World Vision.

Los ludotecarios, que son menores entre 12 y 16 años que han sido capacitados por World Vision, se encargan de desarrollar los talleres que reciben los niños y de guiarlos durante los juegos.

“Cada día los ludotecarios se reúnen para coordinar las actividades y talleres que se llevan a cabo en las ludotecas. Por ejemplo, para los niños mayores de cinco años preparamos juegos relacionados a sumar y restar, logrando que los niños aprendan un poco de matemáticas de manera divertida”, señala Malvaceda.

Las Ludotecas Comunitarias forman parte del Proyecto de Educación que desarrolla la ONG World Vision, el cual busca fortalecer espacios adecuados donde el niño logre desarrollar todo su potencial.


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