La “Teoría” de la educación en la selva

El proyecto Niños de la Amazonía se desarrolla en Teoría, una comunidad asháninka situada en el distrito de Mazamari, en la provincia de Satipo de la región Junín, en la selva central del Perú. Son 10 horas y mucha la distancia que separa Lima de la comunidad de Teoría.

Teoría casi siempre es un lugar apacible y relajado, que goza de una calma robada por el tumulto que originan los niños al salir de clase. Niños que han crecido casi resguardados por los cerros y los ríos que rodean la zona. Trepando arboles y compartiendo experiencias, y que conocen bien el significado de la palabra asháninka: hermano

El 57,2% de los niños menores de ocho años de las comunidades asháninkas sufre de desnutrición crónica. Situación doblemente grave si se toma en cuenta que los niños significan casi la mitad de la población (44%) en estos lugares. Un 14% de niños y niñas repite el segundo grado.

En el año 2006, la Fundación Bernard van Leer, en alianza con la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Asociación Amazónica Andina, interesados en la problemática educativa de las comunidades indígenas, realizaron un estudio en cuatro comunidades asháninkas de Junín, que tuvo como propósito identificar las condiciones favorables y desfavorables que limitan los procesos de transición desde el espacio del hogar al de la escuela y que influyen en los logros de aprendizaje en los niños y las niñas menores de 8 años de la Amazonía peruana.

A partir de este estudio, se desarrolló el proyecto Niños de la Amazonía, que busca mejorar el aprendizaje de niños de las comunidades nativas amazónicas, basándose en la construcción de una educación culturalmente pertinente, flexible, abierta y de calidad, que genere el acercamiento entre la escuela y el hogar.

Para lograr esto, ha tomado la iniciativa de la construcción de una propuesta pedagógica que incorpore las expectativas de los niños, padres, maestros y de la comunidad respecto de la escuela. También promueve la mejora y el fortalecimiento de prácticas saludables de crianza infantil y, sobre todo, la participación de las familias en el proceso de transición de la casa a la escuela, favoreciendo el desarrollo integral en los niños. Así también, el proyecto impulsa estrategias de comunicación a nivel local, regional y nacional, que influyan en las políticas públicas y que mejoren la calidad educativa en la Amazonía peruana.

“Todos los niños y niñas tienen derecho a acceder a una educación de calidad y en estas comunidades asháninkas no reciben ningún tipo de servicio educativo y si lo reciben, su calidad es altamente cuestionable”, afirma Regina Moromizato, coordinadora del Proyecto Niños de la Amazonía.

En opinión de Moromizato, la educación que reciben los niños de las comunidades indígenas de la Amazonía, como es el caso del pueblo asháninka, se aleja de su realidad cultural y de sus necesidades educativas. “La estructura de las escuelas sigue un patrón nacional, es decir, todas son iguales, de concreto, rectangulares y con techos de calamina,  que son espacios en donde los niños deben estar. Valdría la pena preguntarnos si eso responde a la cosmovisión de los pueblos indígenas y si una mirada de la educación desde esta perspectiva sabe aprovechar la libertad que tienen los niños y niñas en sus bosques, como espacios naturales de aprendizaje. Quizá el cambio de casa a escuela pueda hacerse menos brusco si se tiene en cuenta la cosmovisión amazónica”, sostiene Moromizato.

Frente a la baja calidad educativa de la educación en la selva central, este proyecto propone promover la capacitación de los maestros de la zona para que impulsen una mejora en la calidad de la enseñanza.