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EXPERIENCIA
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Proyecto de la Asociación Kusi Warma en Pachacútec, Ventanilla

Atención temprana a los niños menores de tres años en Pachacútec

El proyecto de Crecimiento y Desarrollo Temprano beneficia a 1,080 niños menores de 3 años y 900 madres de Pachacútec.
Desde el año 2005, la Asociación Kusi Warma lleva a cabo en 22 comunidades de Pachacútec, en el distrito de Ventanilla, en el Callao, el proyecto  “Propuesta Integrada de Crecimiento y Desarrollo Temprano desde la Gestación hasta los 3 años”. Este proyecto, que cuenta con el financiamiento de Plan Internacional Perú, tiene el objetivo de capacitar a las madres gestantes y madres de niños menores de tres años para prevenir problemas como la desnutrición crónica infantil, así como estimular el desarrollo de las capacidades de aprendizaje de los niños.

El proyecto Crecimiento y Desarrollo Temprano consiste en la atención gratuita de las madres en los llamados centros de vigilancia, que se encuentran en cada uno de las 22 comunidades que abarca el proyecto, como son Nuevo Progreso, 12 de Octubre, María Jesús Espinosa, El Mirador, 12 de Octubre, Santa Rosa, entre otros. Estos Centros de Vigilancia  atienden de lunes a viernes de 3 a 6 de la tarde en turnos de una hora.

Según Amelia Montes, coordinadora del proyecto, en estas 22 comunidades hay aproximadamente 1,800 niños menores de 3 años y 1,450 madres. El proyecto beneficia a 1,080 niños (60% del total) y 900 madres (62%).

“Las madres que son atendidas por el proyecto reciben capacitaciones que buscan desarrollar sus capacidades en temas como higiene, salud y nutrición. En el caso de las madres que tienen hijos, también se les hace sesiones de estimulación temprana. La idea es que las madres no sólo reciban esta información y las apliquen dentro de las sesiones, sino que las pongan en práctica en sus casas cotidianamente y la difundan con otras madres”, explica Amelia Montes.


Nutrición y desarrollo temprano

En los centros de vigilancia los niños reciben estimulación temprana.
El programa cuenta con 9 profesionales: 5 nutricionistas, 2 psicólogos, un comunicador social y una trabajadora social. Los nutricionistas se encargan de dar sesiones de orientación y capacitación en los 22 centros de vigilancia sobre temas de higiene, como son el lavado de manos de los niños y de los alimentos que se les da; de salud, dando información sobre enfermedades como la sarampión, las infecciones de respiración aguda, entre otros males; y de nutrición, proponiendo a las madres menús nutritivos y de bajo costo para alimentar adecuadamente a sus hijos.

“Una de las dificultades de trabajar con las madres tiene que ver con las creencias que ellas tienen sobre la alimentación y muchas veces se sorprenden de lo que nosotros les decimos aquí. Por ejemplo, creen que la beterraga es buena para combatir la anemia, no le decimos que no es cierto, pero le indicamos que hay otros alimentos, como los que contienen hierro, que son más nutritivos. También creen que la sopa es nutritiva, y uno les dice que esto no es cierto, que es mejor darle a sus hijos un segundo, que es más consistente y nutritivo”, sostiene Susana La Madrid, nutricionista del proyecto Crecimiento y Desarrollo de Kusi Warma.

Según Amelia Montes, gracias a la intervención de este proyecto, se ha logrado reducir la desnutrición crónica en las 22 comunidades de Pachacútec de 17 por ciento en el 2008 a 13 por ciento en el 2010.  En la actualidad, de los 1,800 niños menores de 3 años de las 22 comunidades que son atendidos por este programa, 234 niños sufren de desnutrición crónica (13%) y 612 (34%) están en riesgo de caer en la desnutrición.

Los dos psicólogos del proyecto se encargan de realizar las sesiones de estimulación temprana con las madres y los niños. El objetivo de estas sesiones es desarrollar las capacidades del niño, así como reforzar el vínculo entre la madre y su hijo.

“Yo realizo actividades de aprendizaje temprano, por ello pedimos la participación directa de la mamá, es decir, mi tarea es la de capacitar a las mamás en el aprendizaje temprano de sus hijos para que luego ellas repitan lo aprendido en sus hogares. Nosotros les enseñamos, por ejemplo, los movimientos del cuerpo que deben tener sus hijos, de brazos para niños que gatean, de pies para los que caminan, también les enseñamos los ritmos (rápidos o lentos), los colores, y todo lo que ayude a despertar la curiosidad de las mamás y de los niños”, precisa Mitchell Morales, psicólogo del proyecto de Kusi Warma.

En el caso del comunicador social, éste se encarga de difundir las actividades que se realizan en el proyecto, así como dar información y orientación en cada comunidad beneficiada en los temas de salud, nutrición, controles pre natales, lactancia materna  y estimulación temprana de los niños menores de tres años. La trabajadora social se encarga de visitar a las madres gestantes y madres de niños menores de tres años de las 22 comunidades que están dentro y fuera del proyecto para ver su estado y el cuidado que le dan a sus hijos en el hogar.

Madres voluntarias y beneficiadas


El proyecto Crecimiento y Desarrollo Temprano cuenta también con el apoyo de 25 agentes comunitarias, que son pobladoras (que en su mayoría han formado parte del proyecto) de las comunidades en donde se implementan los centros de vigilancia y que de manera voluntaria atienden a las madres de familia durante las sesiones de capacitación.

“Comencé a participar en las sesiones de capacitación e información que daban los nutricionistas y los psicólogos y me gustó mucho lo que aprendí y me sirvió mucho para la crianza de mi hija en temas como la nutrición, para que esté bien alimentada y sin desnutrición, y a tener paciencia para criarlas, y toda esta experiencia quería transmitirla también a las otras madres de mi comunidad, ayudarlas a que tengan hijos sanos y felices”, cuenta Hermelinda Juana Rosales, agente comunitaria  del proyecto.

Lucy Lázaro (28) junto a su hijo Ángelo Leo de seis meses de nacido.
Una de las madres beneficiadas con este proyecto es Lucy Lázaro (28), quien desde hace tres años asiste al centro de vigilancia Gotitas Felices, ubicado en el poblado 31 de Diciembre de Pachacútec, que atiende a 51 niños menores de tres años, 15 neonatos  (menores de un mes), 55 madres y 5 madres gestantes.

“Yo vengo desde que mi hija Milagros tenía un año y me enseñaron muchas cosas sobre cómo alimentar a mi hija, qué alimentos darle de comer y cómo cocinarle esos alimentos para que pueda tener una buena salud y una buena nutrición. También aprendí con las charlas de estimulación temprana a criar mejor a mi hijo”, comenta Lucy Lázaro, que ahora también asiste al centro de vigilancia con su hijo de 6 meses, Ángelo Leo.

“Este proyecto ha beneficiado en la nutrición de mi niño, para que no tenga anemia y darle alimentos nutritivos. Acá nos enseñaron que la sangrecita (sangre de pollo) era buena para combatir la anemia, yo no lo sabía, y acá nos enseñaron a preparar alimentos con eso. También nos han enseñado a estimular a mi hijo, hacerle jugar y he aprendido a jugar con él”, nos dice Elba Shisco (27), madre de Alexander Támara, niño de un año y un mes de nacido que también asiste el centro de vigilancia del poblado 31 de Diciembre.

La coordinadora del proyecto Crecimiento y Desarrollo Temprano de Kusi Warma, Amelia Montes, señala que el objetivo del proyecto es abrir el próximo año dos nuevos centros de vigilancia en los sectores B y C de Pachacútec, que tienen una población aproximada de 500 niños menores de 3 años y 400 madres.

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