Javier Iguíñiz, secretario técnico del Acuerdo Nacional

“Que el acceso al agua sea una política de Estado es de gran importancia para la infancia”

Entrevista: Fernando Gamio

En una reciente reunión del Acuerdo Nacional por su décimo aniversario, en la que participaron el presidente Ollanta Humala, los ex presidentes Alejandro Toledo y Alan García, dirigentes políticos, gremiales y sociales, se aprobó una política de Estado sobre recursos hídricos. Se estableció el compromiso de asegurar la universalización del acceso al agua y a servicios de saneamiento. Sobre la importancia de este acuerdo, y otros temas relacionados con las políticas de atención y desarrollo de la primera infancia, se pronuncia Javier Iguíñiz, economista y secretario técnico del Acuerdo Nacional.

El Acuerdo Nacional ha señalado que se debe priorizar el abastecimiento de agua y el acceso universal a la misma, tanto en zonas urbanas como rurales. ¿Por qué es importante que el acceso al recurso hídrico sea una política de Estado?

Porque la importancia del recurso es tal para la vida humana, tanto individualmente considerada como para el colectivo nacional, que se requieren orientaciones, guías, para la acción, que sirvan más allá del gobierno de turno o del ministro que está en ese momento a cargo de algún sector. En consecuencia, es necesario elaborar criterios de largo plazo en ese sentido que trasciendan las experiencias particulares de cada gobierno.

De acuerdo a los datos del Infobarómetro de la Primera Infancia, en el país hay más de 2 millones 370 mil viviendas, el 28,6 por ciento del total, que no tienen acceso a agua potable, y más de 2 millones 900 mil viviendas, el 34,9 por ciento, que no cuentan con servicio de saneamiento. Esta situación afecta seriamente la salud de los niños. ¿Cuál es la importancia de este compromiso del Acuerdo Nacional para superar este problema de falta de acceso a agua y saneamiento?

La importancia para la infancia es muy grande, porque la insistencia en los fines de esta política de Estado en el acceso al agua potable universal incluye lo universal no solamente en el sentido territorial del término, sino también en la participación en el beneficio del agua de todas las personas, lo que incluye, obviamente, a todos los niños y niñas, que están en esa edad tan frágil y tan decisiva en la vida de un ser humano. El acento está en eso, por eso los dos primeros incisos de la política de Estado, que se concentran particularmente en los fines, colocan el acceso al agua potable y al saneamiento como aspectos medulares, junto con la seguridad alimentaria. La infancia está muy presente en esos dos incisos en los que los fines son establecidos con claridad.

¿Qué tan presente ha estado el tema de la primera infancia en los acuerdos sobre el acceso al agua y la saneamiento?

Ha estado presente no sólo el tema de la primera infancia, sino en general el tema de la salud y la alimentación como temas de fondo, por lo tanto, la primera infancia es un sector especialmente beneficiado por este acento en el acceso al agua como un derecho fundamental de toda persona.

Un tema fundamental para el desarrollo de la primera infancia es erradicar la desnutrición crónica infantil. ¿Sería posible que la erradicación de la desnutrición crónica infantil se convierta en una política de Estado en el marco del Acuerdo Nacional?

Tengo la esperanza de que lo hagamos pronto. He conversado con la ministra Carolina Trivelli, (del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social) y están socializando su plan de trabajo y sus iniciativas en curso para la reducción de la desnutrición crónica infantil, incluso en términos de erradicación. Hemos quedado que una vez que esta experiencia haya sido socializada en distintas instancias del gobierno y de la sociedad civil, la recibamos en el Acuerdo Nacional para ratificarla, respaldarla y reforzarla, en la medida de que el Acuerdo Nacional ayude en ese sentido, y darle, en consecuencia, a esa política contra la desnutrición crónica infantil un estatus lo más elevado posible para que las medidas practicas que se pongan en marcha para lograr esos objetivos, tengan respaldo, y quien esté impulsando ese tipo de iniciativas encuentre un apoyo en el Acuerdo Nacional.

Hablando de políticas de Estado, ¿la universalización de la educación inicial debe convertirse en una política de Estado?

Podría ser, es una posibilidad. Es un tema más específico, y normalmente en el Acuerdo Nacional vemos temas más globales, al interior de los cuales están temas más específicos, tanto cualitativos como cuantitativos. Por ejemplo, en el campo de la política fiscal nos hemos pronunciado en años anteriores y llegábamos a cifras como, por ejemplo, una de las más importantes que es la de llegar a una presión tributaria como mínimo de 18 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Como se puede ver, a veces llegamos a cifras muy precisas de este estilo y no habría por qué no llegar a otras que son una preocupación especial por la infancia, como la universalización de la educación inicial, por ejemplo, para que el Acuerdo Nacional la discuta y, eventualmente, la incorpore. El tema de la educación está incorporado en el Acuerdo Nacional desde el principio. Tenemos políticas dedicadas exclusivamente a la educación.

¿Cuál es su evaluación de este primer año de gobierno en relación a lo que significa  inversión social?

Se están diseñando nuevos programas, se están implementando algunos. Hay cierto cambio en la forma de hacer algunos de los programas heredados. Creo que hay una voluntad política del gobierno de hacer de los programas para la inclusión social no sólo una suma de proyectos pilotos, o una suma de proyectos focalizados, sino que creo que hay la voluntad del gobierno de convertirlos en algo, cuantitativa y cualitativamente, sustantivo. El presidente Humala declaró con mucha claridad en la sesión del aniversario del Foro del Acuerdo Nacional que no se trata de crecer, sino que se trata de que el crecimiento se convierta en calidad de vida. Eso es fundamental, y es una diferencia crítica entre el crecimiento económico como indicador de éxito y el bienestar, el futuro de la población en concreto, como el mejor indicador de éxito. Así es que esas expresiones del presidente Humala, y los trabajos a nivel ministerial o de direcciones o de Viceministerios, siguen apuntando a trascender de la política social exclusivamente focalizada y a convertirla en una de significación más nacional para el conjunto de la población pobre y extremadamente pobre del país.

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