“Las políticas a favor de la inclusión social y la infancia son la mejor inversión para el desarrollo sostenible del país”

Entrevista: Carlos Noriega


Amilcar Huancahuari fue durante dos períodos consecutivos (2003-2006 y 2007-2010) alcalde del distrito ayacuchano de Jesús de Nazareno, gestión que fue reconocida por sus acciones a favor de la atención a la infancia, y en enero de este año asumió como alcalde provincial de Huamanga, capital de Ayacucho. En la siguiente entrevista, el acalde Huancahuari señala que los gobiernos locales deben tener un rol central en la ejecución de los políticas sociales para que éstas tengan éxito, habla de las acciones que su gestión está implementando a favor del desarrollo de la primera infancia, destaca la importancia del Infobarómetro de la Primera Infancia para que las autoridades locales conozcan la situación de la niñez en su comunidad y comenta la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, el programa Cuna Más y la decisión gubernamental de terminar con la municipalización de la educación, entre otros temas.




¿Cómo puede servir un instrumento como el Infobarómetro de la Primera Infancia para el trabajo de los alcaldes?
El Infobarómetro me parece una magnífica herramienta. Tiene información trascendental que ahora está alcance de todos. Debemos comprometer a los alcaldes y a todas las autoridades a su utilización. El Infobarómetro de la Primera Infancia debe servir como un indicador para ver cómo evoluciona el desarrollo de la infancia y cuáles son los avances que van teniendo cada región, cada provincia y cada distrito del país. Se pueden establecer metas locales y aumentar los recursos que recibe cada municipio si es que alcanza la meta establecida. Hay que comprometer al Ministerio de Economía para que asigne recursos a los municipios según los avances que cada municipio va logrando en reducir la desnutrición crónica infantil, en mejorar el desarrollo de la infancia.

Revisando las cifras del Infobarómetro de la Primera Infancia, vemos que en la región Ayacucho la desnutrición crónica infantil es de 38,8 por ciento, lo que está por encima del promedio nacional, que es de 23,2 por ciento, y en la provincia de Huamanga, de la que usted es alcalde, la desnutrición infantil llega al 41,3 por ciento. Esto significa que en Ayacucho hay más de 32 mil niños menores de cinco años y en la provincia de Huamanga más de 11 mil con desnutrición crónica. De otro lado, más del 60 por ciento de los niños de 3 a 5 años de esta región, que son cerca de 27 mil niños, no recibe educación inicial. ¿Cómo ve esta situación de su región y de su provincia?
Estoy tratando de interpretar esta información que he visto en el Infobarómetro de la Primera Infancia. Me parece que la alta desnutrición infantil en la provincia de Huamanga, que es la capital de Ayacucho, puede deberse a la alta migración del campo a la ciudad que se dio a causa de la violencia. Esta población formó cinturones de pobreza alrededor de la ciudad. La alta desnutrición que tenemos obedece a muchos factores, como problemas en el acceso a alimentos, la falta de agua y desagüe, la poca educación de la mujer, es decir, al abandono durante muchas décadas de nuestra región. Estas cifras que nos da el Infobarómetro son preocupantes. Pero no podía ser de otra forma si tenemos una realidad de abandono de la educación, carencia de maestros y de infraestructura educativa, grandes inequidades de género. No olvidemos que la violencia se inició en Ayacucho por esta situación de abandono.

¿Qué hacer para revertir esta situación? 
Lo primero es la educación de la mujer, que es algo fundamental para la nutrición del niño. La salud del niño depende fundamentalmente de la equidad de género. El programa Buen Inicio de UNICEF ha demostrado que se puede cambiar la situación nutricional del niño con la educación de la madre. Si no se trabaja en equidad de género no vamos a tener mucha incidencia en reducir la desnutrición crónica infantil y no podremos mejorar la calidad de vida del niño. El desarrollo de la infancia pasa por la equidad de género. También hay que mejorar la inversión para el desarrollo agropecuario. Ahora no hay un apoyo a nuestras comunidades campesinas. En la época de la violencia los campos de cultivo fueron abandonados porque la gente se vio obligada a migrar a las ciudades y no hay una política para que esa población vuelva al campo y esas tierras siguen abandonadas. No hay capacitación ni créditos para los campesinos. Falta inversión para mejorar la producción de alimentos.

El gobierno ha señalado que su prioridad son las políticas de inclusión social y de desarrollo de la primera infancia. ¿Cuál es el rol que deben tener los gobiernos locales en el diseño e implementación de estas políticas?
Felicito esa decisión histórica del gobierno. Estas políticas a favor de la infancia y la inclusión social se han considerado siempre como un gasto, cuando son una gran inversión, la mejor inversión para el desarrollo sostenible del país. Las políticas nacionales son una expresión de buena voluntad, que si son acompañadas de recursos económicos entonces van por buen camino, pero esas políticas no podrán aterrizar sin el compromiso y la participación de los gobiernos regionales y locales. Los gobiernos locales estamos en contacto directo no nuestra población y somos los que debemos articular esas políticas con la población. Todas las políticas sociales del gobierno central deben aterrizar en los gobiernos locales, que debemos ser los encargados de ejecutarlas. No hay autoridad que conozca mejorar la realidad de una población que los alcaldes. Si no se compromete a los gobiernos regionales y locales y si no se les hace partícipes de los programas sociales y responsables de su puesta en marcha, entonces estos programas no funcionarán.

¿Cómo ve la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, que centralizará todos los programas sociales?
Sería un craso error pretender diseñar toda la estrategia de las políticas sociales desde Lima. Cada región tiene sus peculiaridades. Solamente puede curar un mal quién conoce el mal, y quienes conocen los males de la población son las autoridades locales, que están en contacto directo con esa población. Debe haber un marco nacional general de las políticas sociales, y dentro de ese marco general cada autoridad local debe diseñar las políticas regionales y locales según su propia realidad. Como un marco normativo nacional está bien la creación de este ministerio, pero debe trabajar estrechamente con los gobiernos locales.

Usted propone que los alcaldes asuman la responsabilidad central en la  ejecución de las políticas sociales, pero ¿los municipios están capacitados para asumir esa responsabilidad?
Unos alcaldes están más capacitados que otros. Pero no porque no estén capacitadores no hay que darles la responsabilidad. Eso sería un error. Estamos en el agua y hay que empezar a brasear para nadar. Al principio van a haber problemas, no será sencillo. La descentralización implica varios aspectos, como el económico y también capacitación. Se necesita formar autoridades que tengan un claro entendimiento de lo que es el desarrollo humano. Debe haber una capacitación a las autoridades regionales y locales, escuelas de alcaldes, sistemas de capacitación obligatoria de los alcaldes. Espero que en este gobierno la descentralización no sea solamente retórica, como en otros gobiernos, sino que sea real.

El gobierno ha señalado que tiene como meta para los cinco años de su gestión universalizar la educación inicial para niños de 3 a 5 años y la virtual eliminación de la desnutrición crónica infantil. ¿Estas metas se pueden alcanzar en Ayacucho?
Esas metas son una magnífica emoción, que tienen que estar acompañadas de cómo y con cuánto dinero se va a hacer. Bajar la desnutrición crónica infantil por debajo del cinco por ciento es muy difícil. Para lograr eso hay que hacer programas de acceso a agua segura, letrinas, acceso a alimentos, educación, cambios de estilo de vida, mejorar el nivel educativo de las madres. En Ayacucho creo que si en los próximos cinco años bajamos la desnutrición crónica infantil en diez puntos porcentuales habremos hecho un avance importante. En el caso de la universalización de la educación inicial, sí creo que es posible lograr esa meta en cinco años. En ese período de tiempo creo que sí es posible que en Ayacucho podamos lograr que el más de 60 por ciento de niños que ahora no recibe educación inicial tenga acceso a ella. Para alcanzar ese objetivo, todos debemos comprometernos a invertir más en educación.

¿Qué acciones concretas viene desarrollando el municipio de Huamanga que usted dirige para reducir la alta desnutrición infantil y mejorar el desarrollo de la infancia?
No es fácil cambiar de la noche a la mañana una situación que es consecuencia de muchos años de abandono. Como alcalde del distrito de Jesús de Nazareno implementamos políticas a favor del desarrollo de la infancia. En Huamanga estamos implementando centros pilotos de estimulación temprana; estamos mejorando la infraestructura de los PRONOEI (Programas No Escolarizados de Educación Inicial), pero debe haber mayor inversión del Ministerio de Educación. Frente a la desnutrición infantil, tenemos un programa de estimulación prenatal para mejorar la nutrición de la madre y del niño, y capacitar a las madres en el tema de nutrición.

El gobierno ha señalado que la municipalización de la educación que se había iniciado ya no va más. Como alcalde, ¿cómo ve esa decisión?
Estoy plenamente de acuerdo en que la educación no se municipalice. Hay municipios que tienen más dinero que otros y eso genera inequidades. Los gobiernos locales deben asumir una función, pero no hacerse cargo de toda la educación.

¿Qué incidencia cree que vaya a tener el programa Cuna Más, que se va a implementar en los distritos más pobres, varios de ellos ubicados en Ayacucho?
Me parece muy importante un programa como Cuna Más, que no debe ser solamente un centro de cuidado de los niños, sino que debe convertirse en un espacio de capacitación a las madres, y también de los padres.

¿Cómo ve la creación de una Mancomunidad que agrupe a las regiones de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica para enfrentar conjuntamente las políticas de desarrollo e inclusión social?
Me parece muy importante. Estas tres regiones tenemos como común denominador altas tasas de exclusión social, de pobreza, de desnutrición crónica infantil. Trabajar conjuntamente nos ayudaría. Con la Mancomunidad podemos tener un mejor manejo de los recursos.