“Debilitamiento del Estado y privatización de servicios afectó seriamente la situación de la infancia”

Entrevista: Carlos Noriega



Director de Equidad para la Infancia, organización con sede en Buenos Aires que trabaja en América Latina en defensa de los derechos de la infancia y en el impulso de iniciativas de igualdad de oportunidades para todos los niños y niñas, Alberto Minujin conversó vía Skype con el Blog Inversión en la Infancia sobre la situación de la primera infancia en la región y las perspectivas para reducir la inequidad social y mejorar la calidad de vida de los niños y niñas. También se refiere a la coyuntura política peruana en relación al trabajo a favor de la primera infancia. Profesor del Programa de Posgrado en Asuntos Internacionales de The New School University y de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de Columbia University, ambas de Nueva York, y experto en temas de políticas sociales y reducción de la pobreza, Minujin es consultor de organismos internacionales, entre ellos  el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), del cual ha sido oficial regional para América Latina.
 



En el Perú, y en América Latina en general, existe una gran deuda social con la infancia. ¿Por qué se hadado esta situación?
Lo que pasa es que por largo tiempo, especialmente en los años ‘90, hemos sufrido las políticas económicas neoliberales. Algunos de nuestros países además veníamos de golpes militares y de situaciones muy conflictivas, en las cuales la prioridad de la inversión en la infancia fue dejada de lado. El Estado se debilitó, se privatizaron servicios, como agua, saneamiento, educación, salud, lo que afectó seriamente la situación de la infancia.

¿Superar esta deuda social pasa por cambiar el modelo económico neoliberal?
Para superar esta deuda social, creo que se necesita un cambio de fondo del modelo neoliberal, que básicamente supone un Estado lo más pequeño posible, con muy poca capacidad de control y de redistribución. Sin políticas redistributivas será muy difícil que podamos avanzar y llegar al punto de inclusión social.

¿Cuáles son las medidas más urgentes que se deben tomar para comenzar a saldar esta deuda social?
Hay que volver a focalizar en los temas de inversión en la infancia y en los grupos vulnerables. Si el foco no se vuelve a poner en la inversión en la infancia va a ser difícil poder superar esta deuda social que lleva muchos años acumulada. Uno de los problemas más serios en nuestra región es el de la inequidad, y el tema de equidad en la infancia es central. Hay que buscar mecanismos y sistemas que permitan asegurar equidad, básicamente en la infancia. Hay que pensar en la primera infancia y en la adolescencia. Esos son dos grupos cruciales en estos momentos en la región.

En los últimos años se ha dado un crecimiento económico en América Latina. ¿Eso no se ha reflejado en un avance en equidad social y en una mejora en la situación de la primera infancia? 
La región latinoamericana tiene en este momento una oportunidad muy buena, estamos con tasas de crecimiento positivas. El tema es poner el foco en lo social. Los países de América Latina están tratando de hacerlo con diferentes mecanismos. Creo que falta, pero me parece que en distintos países ha empezado, en los últimos años, un panorama en el cual lo gobiernos han tratado de poner el foco nuevamente en lo social.

¿En estos últimos años hay un mayor interés de la clase política y de las élites gobernantes en lo social y en la infancia?
Creo que sí. Veo que en la región, aunque no se puede generalizar, ha habido una serie de voces que se han alzado y el panorama político permitiría pensar que si el proceso democrático sigue y avanza podemos llegar a mejorar la situación de la infancia.

Usted dice que en América Latina hay en los últimos años un mayor interés por la infancia y estamos ante una muy buena oportunidad. ¿Qué se ha logrado y cuánto se puede avanzar en la región en los próximos años en términos de equidad social y mejora de las condiciones de vida de la primera infancia?
Me parece muy importante lo que está pasando en educación inicial en la región. Varios países han disminuido la edad de entrada obligatoria al colegio, que ha ido a cuatro y cinco años. Deberíamos lograr que todos los niños de cuatro y cinco años vayan a educación inicial. Eso es algo factible que nuestros países podrían hacerlo. Otro problema serio que tenemos es el colegio secundario y los adolescentes, que es un tema en el cual tenemos una carencia muy fuerte.

¿Sin equidad social y sin inversión en la infancia no puede haber un desarrollo sostenible?
No tengo duda de eso. Sin duda alguna la reducción en la pobreza y el cambio en la inequidad social deben darse con prioridad en la infancia. Es ahí donde tenemos la oportunidad. Esto trasciende el tema de pobreza y tiene que ver con el tema de equidad, y la infancia es el centro de este tema.

En la última campaña electoral peruana el tema de la infancia estuvo presente en la agenda política y el presidente electo, Ollanta Humala, ha señalado que una de las prioridades de su gobierno será la primera infancia. ¿Cómo ve esta situación?
Lo que ha pasado en Perú es auspicioso. He visto algunos de los mensajes y creo que hay una posibilidad de sensibilidad social. Decía antes que en América Latina se está dando un interés por la equidad social y espero que Perú se sume a esto en este período gubernamental. Ahora se abre una oportunidad en Perú que no se puede dejar de aprovechar.

¿Cómo hacer para garantizar el cumplimiento de los compromisos adoptados a favor de la primera infancia?
Hacer un esfuerzo de presentar evidencias, hacer “advocacy”, es decir trabajar con distintos grupos, mostrar soluciones y empujar desde el ámbito político y desde la sociedad civil. Ese es un paso muy importante.

¿Qué mecanismos tiene la sociedad civil para monitorear las políticas a favor de la infancia y los avances en el cumplimiento de las promesas y metas trazadas?
La sociedad civil tiene una responsabilidad importante en buscar hacer cumplir los derechos. En ese sentido, todo lo que se pueda hacer para juntar grupos de la sociedad civil enfocados en ciertos derechos es importante. Creo que el trabajo local y territorial puede ser muy importante. Habría que tener una estrategia a doble nivel: por un lado una fuerte campaña de comunicación a nivel nacional y por otro lado un trabajo más localizado en áreas territoriales, con ONG, grupos religiosos, grupos civiles, de jóvenes, de niños y niñas.  

¿Cómo ve la propuesta para crear una autoridad nacional para la primera infancia que tenga la responsabilidad de coordinar todos los programas a favor de este sector de la población y monitorear los avances que se van alcanzando?
Por un lado tiene un aspecto positivo porque pone el foco en la primera infancia, pero por otro lado la tarea de coordinación es muy complicada. Esa autoridad para la primera infancia tiene que tener un real poder político y presupuesto. Sin esas dos condiciones puede ser un camino hacia la frustración.

¿Cómo ve la perspectiva que organizaciones como Equidad para la Infancia, que usted dirige, e Inversión en la Infancia de Perú, puedan coordinar acciones a favor de la primera infancia?
Creo que es muy importante que se dé esa coordinación. Nosotros hemos hecho una red latinoamericana de post grados. La comunicación, el trabajar en conjunto, es lo que nos puede permitir tener una mayor influencia y lograr hacer una diferencia a favor de la infancia. Debemos tratar de hacer programas comunes y complementarnos en diversas formas, desde la difusión de temas sobre infancia hasta convocar a políticos y ONG para hacer debates sobre este tema y hacer acciones conjuntas que influencien en los países de la región. Esperamos poder hacer un intercambio importante entre Inversión en la Infancia y Equidad en la Infancia, que tenemos objetivos similares.